El Comandante Tom partió hacia la estación espacial en 1975, animado por el éxito de la odisea espacial de pisar la Luna, conseguida por el Apolo 11 y, aunque ya ha pasado un tiempo, continúa viajando por el espacio. Mientras, aquí, en la Tierra dejó a sus padres, su novia, amistades de la universidad...
Aprovechando el aniversario del lanzamiento de su nave al espacio contactamos con él para ver qué cómo ha sido su experiencia durante estos años.
Comandante, en estos años navegando por el espacio, habrá podido ver muchos fenómenos interestelares. ¿Podría comentarnos alguno de ellos?
He visto una luz, hace tiempo Venus se apagó. He visto morir una estrella en el cielo de Orión
¿Se refiere a usted a Betelgeuse? Los últimos datos sugieren que si bien parecía que la estrella, la más brillante de Orión, se estaba apagando, su oscurecimiento fue debido a una inmensa cantidad de material caliente expulsado al espacio por la propia estrella y que acabó formando una nube de polvo que la tapaba. ¿Qué opina usted?
No hay señal.
Imagino que, quizá, haya podido usted viajar a otros planetas, tal vez otras galaxias... Sabe que una de las preguntas a las que desde hace tiempo se intenta desde la ciencia dar respuesta con diferentes abordajes es a la posibilidad de vida extraterrestre. ¿Sus observaciones permiten afirmar o descartar algo en este sentido?
No hay señal de vida humana.
Sí, parece que, a pesar de que se planteaban los viajes turísticos lunares para el 2020, esto ha tenido que verse atrasado y por el momento no hay humanos volando por el espacio, pero van surgiendo nuevas compañías, que tal vez faciliten la tarea... En fin, después de este tiempo viajando, ¿cómo se encuentra usted? Ya sabe hay muchos riesgos para la salud asociados al hecho de viajar por el espacio como por ejemplo pérdida de minerales en los huesos, falta de masa muscular, aparición de cálculos renales..., información que la NASA ha ido recogiendo estos años.
Y yo perdido en el tiempo, perdido en otra dimensión.
Comprendo, tiene que ser complicado saber cuándo anochece y empieza el nuevo día dado que en el espacio no existe el día ni la noche. Y sin puntos de referencia en ese azul inmenso, a uno puede darle la sensación de no saber dónde se encuentra. ¿Están muchos en la nave?, ¿cómo reparten las tareas?
Soy el capitán de la nave, tengo el control. Llamando a la Tierra, esperando contestación.
Tras tanto años, ¿cómo en su experiencia ante esa inmensidad azul que le rodea?
Soy un cowboy del espacio azul eléctrico.
Me hago una idea. Los años no pasan en balde e imagino que, en ese pequeño cascarón indomable en los vientos del universo y conforme a uno le van pasando los días, le vendrá a la memoria esa película de Clint Eastwood.
Y entre tanta ida y vuelta, más o menos, ¿dónde se encuentra su nave ahora?
A los mil millones de años luz de mi casa estoy.Esos son muchísimos kilómetros, unos 9,5x1021, si mis cálculos son correctos. ¿Hay algo que quisiera compartir con su familia, con sus amigos?
Quisiera volver, no termina nunca esta misión. Me acuerdo de ti, como un cuento de ciencia ficción
Vaya, suena como si no estuviera usted muy animado...
No estoy tan mal, juego al póker con mi ordenador. Se pasan los días..., no hay noticias desde la estación.
Muchas gracias comandante por su tiempo. Esperamos que en breve tenga noticias de la estación y pueda volver de nuevo a su casa.
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