¿Nos convierte la cultura científica en una sociedad más inteligente, más alfabetizada? ¿A mayor alfabetización científica, mayor actitud positiva hacia la ciencia?
Empecemos por las definiciones básicas para poder hablar en un mismo lenguaje. Consideraremos alfabetización científica a la "adquisición de un comprensión de ciencia y tecnología necesario para funcionar como ciudadano en la sociedad actual".
Por lo general la ciencia es un concepto que socialmente se interpreta como árido, de difícil acceso y comprensión, relleno de conocimientos al que solo unos pocos "privilegiados" tienen acceso, bien por su capacidad o aptitud, bien por su formación, bien por la suma de ambas. Y esto es así a pesar de los múltiples intentos que se han hecho a lo largo de la historia para acercarla a la sociedad, para divulgarla de forma más o menos entretenida y amena. Me pregunto si ese rechazo inicial tendrá que ver con la experiencia que de la ciencia vivimos en las escuelas como conceptos de difícil comprensión y, por lo general, demasiado teóricos y poco aplicados en nuestro día a día.
En los últimos años, con la llegada de las redes sociales y los influencers y youtubers, va surgiendo también una nueva estirpe, la de los divulgadores científicos, que emplean esas mismas herramientas para mostrar la ciencia en su aplicación diaria. Mensajes rápidos y concisos, que es lo que esta sociedad de la inmediatez necesita, pero también cargados de datos precisos y conceptos claros.
Y la mayor apuesta de las instituciones educativas por "sacar la ciencia a la calle" (ferias de la ciencia, encuentros con investigadores e investigadoras...) van calando poco a poco en la sociedad.
La reciente pandemia que hemos sufrido (y que aún colea entre nosotros) ha puesto a la ciencia sobre la mesa, se han acercado conceptos propios de ésta a la ciudadanía: hisopo, nasofaringe, PCR, antígeno, anticuerpo,... son palabras que dudo alguien desconozca en los últimos tiempos. Por interés personal, más que por curiosidad científica, unos y otras se han formado e informado sobre el funcionamiento de las distintas pruebas de detección, han aprendido las diferencias entre virus y otros patógenos, las capacidades de filtración de unos materiales frente a otros... y yo, personalmente, he creído ver que, de nuevo el espíritu crítico, el cuestionar el entorno, tan característico de los científicos y científicas vuelve a aflorar en el ambiente.
Así que sí, una sociedad con una mayor formación científica es una sociedad más crítica, más madura y menos ignorante. Y, a mayor conocimiento, mayor comprensión y mayor aprecio hacia la ciencia.
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